La vida en los campamentos es dura aunque los saharauis se han acomodado a la herencia de su exilio:Arena y más arena, piedras y más piedras.
Cielo y más cielo.
Las temperaturas en verano y a la sombra pueden alcanzar los 55º. Sin medios para soportarlos. Es inhumano.No hay recursos, no se produce. Se alimentan de las ayudas que les llegan.
Cada familia recibe al mes: un Kg. de lentejas, de alubias, de pasta, de arroz, leche en polvo y un litro de aceite por persona(excluido el marido). También un saco de harina y una bombona de butano. Los demás alimentos, carne, verduras, fruta, etc. si no tienes dinero, no se consumen.
Sin embargo, son felices pues nacen carentes de todo y no echan en falta nada. Están acostumbrados a compartir lo poco de que disponen. A la hora de la comida todos los que llegan a su jaima se sienta a la mesa.
El patriotismo como saharaui se "mama" en la familia, se inculca en los colegios y se arrastra durante toda la vida.
Sueñan con su tierra ocupada por Marruecos, muchos ni la conocen, para todos es un mito.
jueves, 14 de abril de 2011
investigación del pueblo saharaui
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